Lonas impresas a diferente formato, sin los colores representativos, con nombres de personajes específicos y con frases sexualizadas u homofóbicas, argumentos que dan ilegitimidad al señalamiento; rompiendo todo el simbolismo y significado colectivo de lo que realmente es el tendedero de denuncias, el lenguaje visual evidencia a que quién lo pensó, y quien lo ejecutó no tiene la mínima idea de lo que el 8M representa.