De igual manera, se promovió la riqueza gastronómica y arquitectónica del Pueblo Mágico, que está representada en sus museos, templos, plazas y haciendas. Así como su herencia culinaria con sus dulces típicos, como el Muégano, y platillos tradicionales, elaborados con hongos de la Malinche, maíz y la flor de dalia, o su barbacoa y pulque.